Un pequeño secreto (José Luis)

A veces lo que nos parece complicado o duro no lo es tanto… en ocasiones la dificultad no existe si nosotros no la creamos; basta entonces con entrar al asunto de otro modo, con mirar las cosas de otra manera.

 Estamos en el trimestre central del curso, ese en que los  profes dicen que «se vende el pescado» y que hay que ponerse las pilas, y no siempre andamos (venga, confesad, no os dé corte…) demasiado sobrados de ganas. Pues entonces, ¿qué hacer?…

Os confesaré un secreto: no es necesario «estudiar» todos los días, hay otra manera de hacer lo necesario y resulta mucho más cómoda y agradable. De hecho, y no se lo  contéis a nadie, yo estudiar, estudiar… estudio muy poco. Lo que sí hago, todos los días, es LEER…

Pero eso sí: leer con atención el rato en que lo hago, y sin dejarme llevar por la tentación de, simplemente, estar con el libro abierto delante y pensando en otras cosas.

Os hago una pequeña apuesta: cuando leemos algo que no es de «trabajo», cuando leemos tranquilos, sin presión y por que nos apetece, terminada la lectura guardamos y recordamos muchísimos detalles sobre lo que hemos leído. Sin proponérnoslo hemos memorizado información y, muchas veces, comprobaremos que seguimos recordándola a lo largo del tiempo. Todo el mundo recuerda ese libro que tanto nos gustó, o el cuento que leíamos de pequeños. Pues bien, para las cosas de clase el truco funciona igual: no se trata de «estudiar» esforzándose a tope y con sensación de sacrificio de trabajo todos los días… pero sí es algo bueno el adquirir el hábito de LEER todos los días aquello que se ha visto en clase. Esto, si lo hacemos sin prisa ni distraernos, llevará unos pocos minutos, media horita a lo sumo, y nos hará comprender mejor las cosas, al sumarse a lo que todavía recordamos de las explicaciones en el cole. De esta manera, y sin esfuerzo ni darnos cuenta, cuando llegan los exámenes todo nos suena, lo tenemos a mano y fresco, y el «estudiar» queda reducido a volver sobre unas pocas cuestiones que, cuando las leímos, nos resultaron algo más complicadas o nos dimos cuenta que necesitaban de repaso y memorización.

El hacer de la lectura una costumbre y mirar los libros -sean de lo que sean- como  compañeros y amigos, nos dará la oportunidad de hacer mucho más fáciles los trabajos y las tareas; es algo parecido a cortar el filete a trocitos para mejor poder comerlo y facilitar la digestión, y este pequeño truco todavía tiene una ventaja más: funciona siempre.

 Leer cada día, todos los días, con tranquilidad y un poco de atención, aquello que hemos visto en clase, evita después muchas horas de estudio y nervios en vísperas de los exámenes.

 Estoy tan convencido de «la receta» que os hago ahora mismo una apuesta: probadlo por una temporada, pero hacedlo de verdad y no os saltéis ningún día… veréis cómo todo resulta mucho más fácil y mejoráis vuestros resultados; seguro…y si no funciona, os devuelvo el dinero…

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5 respuestas a Un pequeño secreto (José Luis)

  1. Juan Carlos dijo:

    Si tiene mucha razón a mi me funciona

  2. David dijo:

    No hace falta que me devuelvas el dinero, pero buena receta es esta, y funciona.

  3. Alba dijo:

    Lo probaré 🙂

  4. jose puyuelo citoler (11años) dijo:

    lo probare a partir del día: lunes 28 de febrero de 2011
    que es hoy.Seguro que funciona

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